Resulta cada día más incuestionable el hecho de que Victoria Federica es una de las personas de la alta sociedad española con una vida social más agitada. Si durante los últimos meses la hemos visto viajar de un sitio para otro para ser testigo desde primera fila de algún que otro desfile de la Semana de la Alta Costura de París, disfrutar de la cena secreta de Off-White en Ibiza o sacar su lado más divertido junto a sus amigos más influencers de boda en boda por España, la hija de la infanta Elena continúa imparable.
Este fin de semana, tras disfrutar de lunes a sábado de relajadas jornadas frente al mar en Cádiz junto a Gonzalo Caballero (con quien suenan cada día más fuerte los rumores de relación) y su íntima amiga Rocío (Rochi) Laffon, la nieta de don Juan Carlos ha asistido a una de las fiestas más llamativas del verano.
Su amigo Santi Serra, apodado como “el hombre que susurraba a los caballos”, cumplía 34 años y la fiesta, celebrada en sus establos en Cataluña, desde luego prometía tanto como luego cumplió.
El domador de caballos, que hace unos días protagonizó junto a Victoria de Marichalar una de las portadas más llamativas de la sobrina de Felipe VI en el kiosco haciendo acrobacias sobre estos animales, no se dejó nada en el tintero para celebrar por todo lo alto la entrada en este nuevo año.
Para empezar, tal y como narró su amiga en redes sociales, llegó a bordo de un helicóptero a la fiesta al filo de la media tarde. Nada más bajarse, varios de sus ayudantes le acercaron varios caballos de sus establos y comenzó un show en el que no solo realizó una demostración espectacular de su maestría entrenando a estos animales, sino que también contó con la participación de un águila de gran envergadura con el que luego se fotografiaron algunos de los invitados más atrevidos.
Mientras tanto, el catering comenzaba a servir exquisiteces: ostras francesas de Daniel Sorlut, jamón ibérico de Señorío de Montanera con varios cortadores a disposición de los allí presentes, bebidas energéticas personalizadas con el nombre del homenajeado, una barra de degustación de tequilas... y más actividades, alrededor de la pista central.
Victoria ayudó a uno de los artistas contratados para amenizar a los allí presentes a pintar un mural, bote de grafitti en mano, y contribuyó a que el cumpleañero se hiciera un tatuaje de una cabeza de caballo.
Más tarde, continuó la fiesta a ritmo de Yago Roche y Daniel, uno de los Gemeliers, que cantaron sobre el escenario varios de sus éxitos haciendo bailar a los cientos de invitados hasta altas horas de la madrugada.
Bien entrada la noche, llegaba el momento de la recena. Para la ocasión, se sirvieron hamburguesas de Marlons, el restaurante que han abierto los amigos de Victoria Federica e influencers María García de Jaime y Tomás Páramo.
Una fiesta por todo lo alto que pone el broche de oro a una temporada de eventos en la que la hermana pequeña de Froilán ha sido la auténtica protagonista; y eso que el verano solo acaba de empezar.
En las próximas semanas está previsto que se reencuentre con su padre en Sotogrande y que quizá pase unos días de tranquilidad, mercadillos y cine en Mallorca junto a su abuela, la reina Sofía.
Resulta cada día más incuestionable el hecho de que Victoria Federica es una de las personas de la alta sociedad española con una vida social más agitada. Si durante los últimos meses la hemos visto viajar de un sitio para otro para ser testigo desde primera fila de algún que otro desfile de la Semana de la Alta Costura de París, disfrutar de la cena secreta de Off-White en Ibiza o sacar su lado más divertido junto a sus amigos más influencers de boda en boda por España, la hija de la infanta Elena continúa imparable.